1- Antes de comenzar con el trabajo, todas las participantes deberán reunirse y acordar diferentes condiciones, así como la manera del trabajo, funcionamiento, objetivos, fechas, normas... 

2- Compartir e informar los puntos fuertes de cada uno al resto del grupo. Ello nos facilitará trabajar complementariamente.

3- A la hora de llevar a cabo el trabajo, será importante que todas las integrantes del grupo se junten y hagan el trabajo todas juntas.

4- Intentar mantener una cordial relación, empleando y dándole importancia a la comunicación asertiva. Así evitaremos juzgar a los compañeros.

5- Pretender que todos aporten ideas, así dispondremos de distintos puntos de vista que enriquezcan el trabajo.

6- Intentar ser flexibles con los compañeros y tener en cuenta la situación en la que se encuentra cada uno. Si en algún momento alguien del grupo necesita ayuda, no tener miedo de pedirla y a su vez intentar dársela, es decir, ayudarnos mutuamente.

7- Si a lo largo del trabajo, surge algún problema o conflicto será importante comunicarlo en el momento e intentar hablarlo para solucionarlo de la forma más eficaz.

8- En medida que vaya avanzado el trabajo, sería conveniente realizar una valoración tanto individual como grupal. Esto nos ayudará a identificar si debemos realizar algún cambio en nuestra actitud.

9- Después de la entrega del trabajo, valorar todo el proceso (como ha ido el trabajo, qué problemas hemos tenido, que ha sido lo mejor que hemos hecho, como hemos funcionado, si hemos cumplido lo acordado...) pero también valorar a cada compañero de forma justa y sincera. Para finalizar con esto, puede ser de gran ayuda que cada uno reflexione sobre su funcionamiento.

10- Hacer una reflexión de grupo sobre cómo nos hemos sentido a lo largo del trabajo. Si el grupo a funcionado correctamente tenerlo en cuenta pero si ha habido algún conflicto grande o problema saber cerrar el capítulo y perdonar.